¿Qué es la respiración oral / bucal? ¿Es un problema frecuente?

Los seres humanos estamos diseñados evolutivamente para respirar por la nariz de manera espontánea y relajada, tanto en la inspiración como en la espiración. Un patrón de respiración oral da lugar a una serie de problemas de salud que afectarán a nuestra calidad de vida y puede que incluso acorte la misma.

Estamos observando que la respiración bucal es cada vez más frecuente. ¿A lo mejor no le habíamos prestado hasta ahora la debida y, por lo tanto, la impresión que teníamos previamente era incorrecta porque diagnosticábamos peor? ¿O es un incremento real? De ser así, ¿por qué cada vez vemos más niños y adultos que no saben respirar por la nariz? ¿Tal vez sea por el incremento en las alergias ambientales? ¿Por cambios en la dieta? ¿Hay componentes hereditarios? ¿Hay cambios epigenéticos? ¿Cuáles son? ¿Qué tipo de herencia hay?

Posiblemente en la génesis de este problema, que ya deberíamos empezar a considerar  de salud pública, encontramos un poco de cada uno de estos factores

Como logopeda / terapeuta miofuncional observo día a día la mejoría que experimentan nuestros pacientes cuando son cumplidores con los planes de tratamiento y cuando hacemos un enfoque multidisciplinar, lo cual me resulta muy satisfactorio.

¿Qué consecuencias tiene respirar por la boca?

La respiración oral tiene consecuencias negativas en todo el cuerpo y en la salud: causa alteraciones en el desarrollo craneofacial (de la forma del rostro y desarrollo de los maxilares), en la posición de los dientes, a nivel digestivo, adaptaciones posturales y dolores musculares y también disminuye la atención, empeora la calidad del sueño e incluso afecta al rendimiento escolar y laboral.

La respiración oral / bucal comienza cuando no logramos pasar suficiente aire por la nariz: de manera inconsciente y automática abrimos la boca para respirar. El problema no surge si es algo puntual, sino si se mantiene en el tiempo. Este mal hábito tiene muchas consecuencias y produce muchas compensaciones musculares, esqueléticas y funcionales.

¿Qué características, signos y síntomas desarrollan las personas que respiran por la boca?

Clásicamente se han descrito las siguientes características morfológicas y síntomas en los pacientes que han sufrido durante su infancia este problema.

  • Maxilar superior más estrecho y pequeño 
  • Cara alargada 
  • Musculatura facial más débil de lo que debería
  • Masticación de alimentos poco eficaz
  • Incorrecto patrón respiratorio, respiración “de hombros” 
  • Tendencia a las caries y enfermedades en las encías 
  • Dolores de estómago, problemas digestivos y gases 
  • Alteraciones del sueño, ronquido y apnea del sueño 
  • Largos periodos de aparatos ortodoncia 
  • Recaídas en los tratamientos dentales de ortodoncia realizados
  • Trastornos de hiperactividad y concentración en niños 
  • Cansancio crónico y sueño diurno en adultos 
  • Dolor orofacial y apretamiento dental, bruxismo 
  • Disfunción en la articulación temporomandibular

En función del grado de afectación, de las compensaciones y adaptaciones (y de los cuidados médicos y dentales proporcionados a lo largo de los años) estos rasgos y problemas serán más o menos evidentes.

“¿Qué causa que mi hijo / yo respire por la boca?”

Cualquier causa de disminución del flujo nasal o la imposibilidad de mantener la lengua pegada al paladar pueden terminar instaurando el mal hábito de respirar por la boca. 

Una vez instaurado este mal hábito se desencadena un círculo  vicioso, ya que al respirar por la boca disminuye todavía más el flujo nasal porque no se ensanchan el maxilar (no olvidemos que el cielo de la boca es el suelo

De manera un poco más extensa, podemos enumerar las siguientes causas: 

  • Amígdalas o adenoides hipertróficas
  • Frenillo lingual que impide posicionar bien la lengua
  • Mandíbula o maxilar de pequeño tamaño
  • Alergias ambientales / alimenticias 
  • Congestión nasal durante un periodo de tiempo mantenido
  • Infecciones respiratorias 
  • Asma 
  • Desviación del tabique nasal 
  • Pólipos nasales

¿Cuál es el correcto patrón respiratorio y la adecuada postura de la boca?

De forma natural y fisiológica la lengua debe descansar en la parte superior de la boca, en el paladar, con la punta de la lengua apoyada en las rugosidades (o rugas) palatinas y la parte posterior de la lengua apoyada en el paladar del paladar. De esta manera la lengua forma un sistema de soporte interno (un pilar) para el maxilar superior. En esta posición de la lengua los labios deben permanecer juntos, pero relajados (no debe haber una contracción forzada). Y, por supuesto, en esta posición la respiración nasal tiene que producirse con comodidad y espontaneidad.

“Tongue up, lips closed, healthy breathing through the nose.”

Sin embargo, cuando la boca se encuentra abierta, la lengua desciende en la cavidad oral y baja a una posición intermedia o incluso inferior. Este cambio en la posición de la lengua, tanto en reposo como mientras ejerce sus funciones, obliga a una adaptación en la musculatura oral, afecta al desarrollo de la cara y causa  compensaciones musculares en todo el cuerpo, con cambios funcionales en el patrón respiratorio respiratorio, en la deglución (empuje lingual), en la masticación y en el habla.

Debemos entender por qué respirar por la boca o mantener la boca abierta o entreabierta son perjudiciales para la salud.

Cuando la lengua en reposo se sitúa en la parte inferior o en la intermedia, esta suele realizar movimientos anómalos al tragar y empuja contra los dientes. Lo solemos denominar como deglución disfuncional o deglución atípica. Este es el motivo de interconsulta más frecuente de los odontólogos al logopeda especialista en terapia miofuncional

La postura anómala de la lengua, el empuje contra los dientes y la respiración bucal van de la mano y establecen un círculo vicioso. Siempre que hay una respiración oral hay una adaptación en la deglución (deglución disfuncional o adaptada)

Cuando se establece este círculo vicioso ya no sirve con eliminar la causa de la obstrucción nasal (adenoides, alergia…) porque el patrón neuromuscular ya estará establecido y este difícilmente se corrige de forma automática sin la ayuda de la terapia miofuncional.

hipótesis Guilleminault respirador oral

Fuente: 𝘎𝘶𝘪𝘭𝘭𝘦𝘮𝘪𝘯𝘢𝘶𝘭𝘵 𝘊 𝘦𝘵 𝘢𝘭., 𝘛𝘩𝘦 𝘯𝘰𝘤𝘵𝘶𝘳𝘯𝘢𝘭-𝘱𝘰𝘭𝘺𝘴𝘰𝘮𝘯𝘰𝘨𝘳𝘢𝘮 𝘢𝘯𝘥 “𝘯𝘰𝘯-𝘩𝘺𝘱𝘰𝘹𝘪𝘤 𝘴𝘭𝘦𝘦𝘱-𝘥𝘪𝘴𝘰𝘳𝘥𝘦𝘳𝘦𝘥-𝘣𝘳𝘦𝘢𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨” 𝘪𝘯 𝘤𝘩𝘪𝘭𝘥𝘳𝘦𝘯, 𝘚𝘭𝘦𝘦𝘱 𝘔𝘦𝘥𝘪𝘤𝘪𝘯𝘦, 𝘩𝘵𝘵𝘱𝘴://𝘥𝘰𝘪.𝘰𝘳𝘨/10.1016/𝘫.𝘴𝘭𝘦𝘦𝘱.2018.11.001

Además, como consecuencia de este círculo vicioso, muchas de estas causas nasales recidivan: no es nada extraño ver cómo niños que han sido operados de vegetaciones vuelvan a desarrollarlas, probablemente por haber seguido respirando por la boca después de la operación.

Cuantos más años pasen, más se grabará en las neuronas el patrón atípico y más se debilitarán los músculos no utilizados. Esto aumentará la probabilidad de alteraciones funcionales y desarrollo anómalo del esqueleto facial y alteraciones en la postura corporal. Es posible que dichas características no se desarrollen por completo debido a tratamientos de ortodoncia, ortopedia, fisioterapia, deporte…. pero la causa primera estará siempre ahí e implicará un incremento del riesgo de recidiva y de aparición de problemas musculares, además de más riesgo de inestabilidad en los tratamientos realizados (por ejemplo, dientes que se vuelven a apiñar tras una ortodoncia, o mordidas abiertas que vuelven a aparecer)

También las funciones básicas como hablar, masticar y tragar alimentos, beber líquidos y tragar la propia saliva están condicionadas por no respirar por la nariz. Todo el organismo se modifica por la respiración oral. 

¡La respiración nasal es un arma muy poderosa!

¿Cómo influye la respiración oral